Escritores independientes. ¿Una nueva generación?

En 1913, Azorín escribe un artículo (utilizando su verdadero nombre: José Martínez Ruiz) en el que rechaza las instituciones y el sistema político de la época. Es él quien acuña el término de "Generación del 98", en el que se encuentran escritores como Unamuno, Valle - Inclán o Baroja (por cierto, éste último se negaba a pertenecer a dicha generación). 

Coexistiendo con ésta aparece la Generación del 14, que empieza a verse a partir de 1910. En ella encajan autores como Ortega y Gasset o Juan Ramón Jiménez. Son escritores vinculados a la universidad, intelectuales que defienden la rebelión de las masas y la formación de minorías cultas capaces de manipular la vida social y política. Defienden la idea de la república, en una España que
no pasaba por sus mejores momentos. 
¿Os suena?

La historia se repite, y del mismo modo surgen nuevas generaciones literarias. Llamadme loco, pero llevo una temporada pensando si no será esa que alguien bautizó como "Generación Kindle" lo que toca en estos tiempos.
Muchos pensarán que esto es pretencioso. A mí, por el contrario, no me resultaría tan difícil pensar que, dentro de treinta años, los estudiantes de filología no toquen, aunque sea de refilón, "el auge literario que supuso la llegada de nuevas tecnologías".

Claro que, por otro lado, soy realista. Ayer leí un artículo muy interesante que publicaba Cita Franco, editora, escritora y fundadora de la revista A golpe de tecla (en la que publican escritores independientes). En dicho artículo, Cita dejaba ver su indignación por los auténticos bodrios con los que solía encontrarse. Dado que la autopublicación carece de filtros, el escribidor de turno puede pasar por alto, no ya el diseño de una buena portada o la maquetación, sino la misma corrección de su manuscrito. Esto da como resultado novelas mediocres, o incluso muy malas. Así no parece que vaya a construirse una generación digna de recordar.

Las chapuzas cometidas por unos cuantos hacen más difícil que sobresalgan quienes lo merecen. En ocasiones, el Top100 de Amazon se me antoja un inmenso estercolero, en el que la buena literatura brilla por su ausencia, mientras sobresalen noveluchas baratas que intentan aprovechar el tirón de vergonzosos títulos como 50 sombras de Grey o Crepúsculo.

No obstante, hoy me apetece ser positivo. Soy de los que creen que es posible una nueva generación. Probablemente coexista con otras, igual que sucedió en el pasado. Es evidente que entre los escritores independientes sobresalen algunas características diferenciadoras, como el uso frecuente de las redes sociales o el bajo precio de nuestros manuscritos. Pero no me gustaría que entre dichas características se halle la baja calidad de nuestros manuscritos.

Suceda lo que suceda, si es verdad que se está formando una nueva generación, debe estar compuesta por escritores comprometidos, dispuestos a cambiar las cosas de verdad y conscientes de que autopublicarse no es sinónimo de fracaso sino, tal vez, todo lo contrario. 

Concluyo con una pregunta: ¿Creéis que vivimos los inicios de una nueva generación literaria? 

5 comentarios:

Unknown dijo...

Tal vez estemos ante una nueva generación literaria cuando se acabe el mafioseo amazónico que comentabas hace unas semanas, mientras tanto, lo dudo. Enhorabuena por una entrada tan valiente como acertada.

David Hijón dijo...

Hola, soy David Hijón, escritor independiente y estudiante de último año de Filología Inglesa. Mi respuesta es, sin duda, no. Una generación no se define por un medio de publicación, se define por unas características comunes que comparten, unas inquietudes y unas ideas que muestran en sus escritos. Estoy seguro de que si comparamos dos textos autopublicados lo más probable es que no nos encontremos con esto, sino con dos textos completamente distintos tanto en su temática como en las ideas y valores subyacentes.
Os invito a que echéis un visto a mi blog: www.davidhijonromero.blogspot.com

P.S. Martin dijo...

Una generación yo creo que no, pero desde luego si que estamos ante un nuevo paradigma literario (al menos en los casos en que se puede considerar una obra como literatura) y cultural al fin y al cabo.

Javier dijo...

Yo creo, Miguel Ángel, que de fondo estás comparando la comercialidad con la literatura. Y esta dicotomía ocurre en ambos medios de publicación (digital e impreso). Javier Marías sin duda escribe mejor que Follet y no vende más, y ejemplos como este hay mil. Los más vendidos nunca son los mejores literariamente hablando, sino que son los que reunen varias características:
Campaña de comunicación adecuada
Temática de interés para un amplio público, o uno con un gran potencial de mercado.
Fácil lectura o, al menos, que no haya que mirar el diccionario o repensar la estructura de las frases para ver qué se quiere decir.
Ejemplos de esto son: 50 sombras, el código da vinci, crepúsculo, y mil casos más.
Los libros ahora son un producto que compite contra películas, apliaciones de móviles, deporte, redes sociales, etc. Y es decisión del escritor elegir qué prefiere: comercialidad o calidad (complejidad) literaria. La calidad literaria está abocada a los rincones de las librerías; la comercialidad, a expositores en primera línea.
Un abrazo, como siempre, un genial artículo para pensar.

Savitri Ingrid Mayer dijo...

No se si una nueva generación, eso solamente se sabe a posteriori, pero sin duda una nueva época en relación a la publicación de libros. Sí, lamentablemente los que más venden no suelen ser los que mejor escriben, sino los que mejor se promocionan. El tiempo, quizás, funcionará como un tamiz.Felicidades.