A lo largo de mi carrera como escritor, y después de publicar cinco novelas con diferentes editoriales -españolas y estadounidenses-, he podido constatar que siempre hay algunos puntos que aparecen en la firma de todo contrato editorial.
Conviene que, como autores, tengamos en cuenta estos puntos e intentemos pactar sobre ellos. La cruda realidad es que, por desgracia, las editoriales suelen abusar de la ilusión de los autores por publicar, lo que nos conduce a condenar nuestra novela bajo un sello editorial, o encontrarnos con que nuestro trabajo es poco reconocido.
Si vas a firmar un contrato editorial, probablemente halles los siguientes puntos:
- El tiempo que tu novela pertenecerá a la editorial: Por lo general, los sellos editoriales van a pactar que tu novela les pertenezca durante cinco años. Lo hacen así para curarse en salud, por si resultara que el manuscrito es todo un éxito. Lo normal, sin embargo, es que el título aguante unas semanas entre las novedades, y que luego las ventas vayan descendiendo durante los meses siguientes. Con casi toda seguridad, tras un año casi nadie lo recordará. Pese a todo, la editorial todavía puede venderlo en ofertas, a precio muy reducido. Cinco años es abusivo, pero es lo normal. Procura no firmar por más tiempo.
- Regalías: Puede que este punto no aparezca en el contrato, en especial si la editorial es pequeña. Las regalías son un adelanto de dinero, que suele ir acorde a una previsión de lo que la editorial ganará con tu novela. Estas regalías se dan como concepto de adelanto de tus ganancias; es decir, que te adelantarán un dinero que luego irás reponiendo con el porcentaje estipulado de lo que te corresponde. Una vez hayas alcanzado la cantidad de las regalías, cobrarás de forma regular tu porcentaje. Es posible que nunca alcances el dinero que te adelantaron. De ser así, no tienes que devolverlo.
- Porcentaje de ganancias: En este punto, se especifica cuánto porcentaje vas a llevarte por cada novela que se venda. Lo normal es un 10%. Sí, es poco, muy poco, pero nadie sube de ahí a menos que seas un superventas. Tampoco es normal que bajen, ni siquiera las editoriales pequeñas. Un 10% ya es suficiente injusto.
- Derechos de cine y videojuegos: De nuevo, las editoriales -en especial las grandes-, detallan este punto para curarse en salud. Quizás tu novela sea un éxito y quieran hacer una película de ella, por lo que conviene dejarlo todo bien atado. Si crees que tu historia podría llevarse al cine, intenta no salir perdiendo en este punto. Ocurre que, de vez en cuando, los tratos entre una productora y una editorial no terminan de alcanzar un acuerdo, y al final es el autor quien se queda sin ver su historia en la gran pantalla.
- Prioridad en la presentación de futuros manuscritos: Algunas editoriales incluyen una clausula por la cual el autor se compromete a presentarles sus siguientes dos, tres o hasta cinco manuscritos antes que a cualquier otra. La editorial, de este modo, se adjudica la prioridad y se asegura el posible lanzamiento de nuevos éxitos. Por supuesto, aunque la editorial desee publicarlos una vez presentados, el autor es libre de aceptar o no el contrato. Recomiendo negociar este punto y, si lo veis posible, hacerlo desaparecer.